sábado, 22 de septiembre de 2012

Caricias, mordisquitos, susurros y piel de pollo..



Parece que se ha cerrado la caja de Pandora y justo detrás de ella se ha asomado una pequeña luciérnaga, un pequeño rallito de luz que tiene tu nombre. Becquer tampoco podía entenderlo, y ahora el poeta está triste. Es difícil el amor, la distancia y todas esas mierdas, supongo. Pero entonces me libero recordando tus uñas clavándose en mi espalda rasgando historias ya pasadas. Y ese cigarro después de habernos amado se vuelve lo más dulce del planeta. Noches de lunar en lunar, parando en coordenadas desordenadas. Y tu puta misma sonrisa torcida de siempre, mi favorita... 

Escrito por María González Torres. ©

domingo, 16 de septiembre de 2012

Magia para enamorar.



Aparece en el escenario un mago, firme, sereno. Se nota, sabe lo que hace. No para de intentar llamar la atención de su público gritando a toda voz. Y así lo consigue. Hace posible que miles de personas lo contemplen boquiabiertos. El gran mago comienza su obra pues. Decide nombrar a ésta “Magia para enamorar” y por lo tanto necesita una voluntaria. Se dispone a buscar entre las bocas abiertas a quien será su víctima y entre tanta gente se percata de que algo falla. Y allí la ve, al fondo del teatro, una joven muchacha anda distraída. El mago abrumado por esto intenta llamar su atención por todos los medios hasta que al fin lo consigue. Sin saberlo hasta ese momento, la que será su voluntaria, clava sus ojos en él. La chica asustada decide subir al escenario poco a poco, pero decide confiar en él, al fin y al cabo es un truco para enamorarse... Y en el amor, la confianza, es la clave. Cuando ya están ambos sobre el escenario, cuando ya se han convertido en los protagonistas de lo que ya es su historia, el mago empieza a hablar. “Como diría el gran Pablo Neruda para mi próximo truco necesito que me beses...” dice. Todos los espectadores observan, sin embargo, para ellos dos parece no haber nadie más en el teatro. Entonces, cuidadosamente y con todo el amor del mundo el mago la besa, un beso largo, un beso eterno. Y la magia empieza a surgir su efecto; el pulso se le acelera, el tiempo parece haberse parado y miles de mariposas han aparecido ahora en su estómago.

Basado en hechos reales (sólo ponle un poco de imaginación.)


Escrito por María González Torres. ©

lunes, 10 de septiembre de 2012

Pregúntale al polvo.





Mares de agua dulce por mis sábanas saladas, tormentas que bañan estaciones y paisajes que se unen entre horizontes, noches oscuras donde la luz de la luna hace que todo sea más bonito, mañanas que radian felicidad y que parece que logran parar el tiempo y así poder dejarse ser una misma, paraíso en el cual Eva no elegía a Adán, ni siquiera morder la manzana prohibida, ella prefería quedarse con la serpiente. Mariposas que provocan terremotos al otro lado del mundo como si de orgasmos se trataran. Tú. Provocador de mis terremotos. Ahora, piensa que el paisaje es tu cuerpo y todo lo que le rodea es el mío ya sea cubierto por pintura, saliva o lujuria. Que me da igual que seas el único que pueda entender estos versos porque quizás sólo estén escritos para ti.


Escrito por María González Torres. ©

sábado, 1 de septiembre de 2012

Mezclarnos en saliva.



Música, hasta eso me recuerda a ti. Que te has convertido en mis acordes, mis melodías y mi canción favorita. Siempre me he preguntado que si sería el ojalá de alguien, y esta historia está llena de ojalás, y de cosas por vivir. Que ganas de todo, de reír, de sentir, de acariciar, de gritar ¡ incluso de echar de menos! De trazar constelaciones uniendo los lunares de tu espalda, y decirle al mundo que hoy vive en nuestra cama. Pero ahora temo quedarme sorda, muda y sin fuerzas... Y en ese momento, justo en ese mismo instante donde parece que mi corazón se va a poner en huelga, llega un mensaje tuyo con un “ven.” y entonces sonrío... Sólo para ti.


Escrito por María González Torres. ©